No hará aún una hora estaba mirando 'Viajando con Chester'; un formato que me interesaba antes con Risto Mejide -demasiada cámara para el presentador- pero me interesa más ahora -con más protagonismo para el entrevistado- con Pepa Bueno. Bien, de las entrevistas que podía elegir, me interesaba empezar por la de Willy Toledo, que aún no consigo verle el punto al muchacho.
De su repaso, de sus posiciones y de sus visiones esperaba que dijera, como así ha sido, porqué aquellos tuits que envió como justificación al atentado en la revista Charlie Hebdo de París. Después de condenar aquel acto terrorista justificó -con parte de razón- la presencia en las calles parisinas de políticos y primeros ministros que si no son terroristas a un paso están de serlo. Habla de la OTAN, de EE.UU., Israel o Francia, y sus servicios secretos, como los creadores de al-Qaida, ISIS o Boko Haram. Tampoco voy a entrar a valorar qué hay de cierto, que algo hay.
Lo que sí me ha parecido acojonante, más después de atender a su entrevista, es recordar como, a las ocho y media de la mañana, un medio compartía una información y una foto de un recién nacido. Y lo que yo me pregunto es qué responsabilidad tienen ahora EE.UU. e Israel sobre la vida de este recién nacido. Dudo que alguno de ellos le hayan puesto al crío una pistola y una granada detrás de la cabeza. Tampoco creo que hayan sido alguno de ellos los que coloquen junto al recién nacido su DNI del Estado Islámico y lo anuncien como 'un peligro para usted'.
Seguramente si juntamos a un niño blanco, otro negro, otro amarillo y otro rojo éstos ni siquiera se paren a ver las diferencias más evidentes; diferencias que se irán haciendo visibles en función de la educación que reciban y del tipo de sociedad en la que se desarrollen. No sabrán qué es el odio. Simplemente serán niños. A este pobre muchacho, con horas de vida, ya le han levantado un muro que jamás va a saltar y, aún sin abrir los ojos, un capullo -seguramente su padre- ya le ha puesto las mismas anteojeras que llevan puestas muchísimos de los mayores de su raza y credo. Malditos sean.
un medio
De su repaso, de sus posiciones y de sus visiones esperaba que dijera, como así ha sido, porqué aquellos tuits que envió como justificación al atentado en la revista Charlie Hebdo de París. Después de condenar aquel acto terrorista justificó -con parte de razón- la presencia en las calles parisinas de políticos y primeros ministros que si no son terroristas a un paso están de serlo. Habla de la OTAN, de EE.UU., Israel o Francia, y sus servicios secretos, como los creadores de al-Qaida, ISIS o Boko Haram. Tampoco voy a entrar a valorar qué hay de cierto, que algo hay.
Lo que sí me ha parecido acojonante, más después de atender a su entrevista, es recordar como, a las ocho y media de la mañana, un medio compartía una información y una foto de un recién nacido. Y lo que yo me pregunto es qué responsabilidad tienen ahora EE.UU. e Israel sobre la vida de este recién nacido. Dudo que alguno de ellos le hayan puesto al crío una pistola y una granada detrás de la cabeza. Tampoco creo que hayan sido alguno de ellos los que coloquen junto al recién nacido su DNI del Estado Islámico y lo anuncien como 'un peligro para usted'.
Seguramente si juntamos a un niño blanco, otro negro, otro amarillo y otro rojo éstos ni siquiera se paren a ver las diferencias más evidentes; diferencias que se irán haciendo visibles en función de la educación que reciban y del tipo de sociedad en la que se desarrollen. No sabrán qué es el odio. Simplemente serán niños. A este pobre muchacho, con horas de vida, ya le han levantado un muro que jamás va a saltar y, aún sin abrir los ojos, un capullo -seguramente su padre- ya le ha puesto las mismas anteojeras que llevan puestas muchísimos de los mayores de su raza y credo. Malditos sean.
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