sábado, 25 de abril de 2015

Documentos extranjeros.

No es que los expatriados en Egipto gocemos de privilegios, en absoluto, pero en según qué situaciones la pinta de extranjero -refrendado en la comprobación del pasaporte- te sirve para algo. Pondré dos ejemplos, uno por apariencia y otro por seguridad, que en ambos casos demuestran la disfuncionalidad de la administración local.
- Por apariencia. Es muy normal que en este país a la hora de hacer cualquier tipo de papeleo con la administración se pierdan no horas sino días hasta que el asunto se queda resuelto. Debido al colpaso de las oficinas (en buena medida provocado por unos sistemas de trabajo tan repetitivos como arcaicos) a un egipcio que, por ejemplo, tenga que llegar a Cairo desde Matrouh o Aswan resolver el papeleo le pueda costar un par de noches de estancia en la capital. En cambio como extranjero que necesita resolver una cuestión concreta solo es necesario -en las oficinas del Ministerio de Policia, por ejemplo- dejarse ver como si uno estuviera dentro de un maizal; no se tarda mucho en tener a un funcionario casi a disposición. Funcionario o policía de rango. O a ambos.

El interés es transmitir que las instituciones funcionan. Es falso, no funcionan pero el empeño está ahí. Si no pueden ellos directamente resolver el asunto en primera instancia no te indican cuál es el segundo paso; ellos lo hacen por tí. Fuera la ventanilla y bienvenido el colegueo: llamadas para localizar al responsable que debe ayudarte, compañía por pasillos atestados de gente esperando turnos de horas y horas, servicio de te... Que algo no funciona? A maldecir en tu idioma y a poner mala cara. Te entienden y se busca otra solución al momento. Que te dicen de volver al día siguiente a por un documento que cualquier oficinista debe rellenar en un par de minutos? Idem, y en un par de minutos te lo llevas. Con los sellos no hay manera; hay que sellar. Una pérdida de tiempo, pero tu ya tienes el número de teléfono de quien te los va a poner; como ya tienes el número de contacto de todos los anteriores que te han ido atendiendo: 'si tuvieras algún problema me llamas, o que me llamen a mi'. Gracias muchachos.

- Por seguridad. Camino de Sharm el Sheikh en coche particular con dos españoles dentro. Aún sin el carnet internacional, y conduciendo con el propio, vía libre en los check points hasta que en Saint Catherine te paran. Después de preguntar cuál es tu destino te hacen aparcar a un lado: 'Os escoltamos, cuando llegue el vehículo nos vamos'. Seguridad? Aunque la sensación sea esa, ni por asomo; es tratar de quitarse un problema de encima. Es de noche y no controlan a los beduinos de Sinaí del Sur. Incluso sospechan de que propios policías, de ese check point u otros, puedan avisar a los beduinos para repartirse el atraco. Así que con un todo terreno de la policía con cuatro tíos detrás nuestro seguimos nuestro camino... hasta el siguiente check point, en el que otra patrulla les relevarán. Tor Sinai. Llegamos. No tenemos suficiente combustible para hacer los 100 kilómetros que faltan para llegar. La gasolina a la parte asiática no llega por debajo del túnel de Suez y el transbordador que mueve a los camiones por el canal está averiado. Hay escasez por lo que hay cuotas: hasta tantos litros; una vez vendidos se cierra. La estación del ejército seca y cerrada. El resto cerradas. Estamos jodidos? Depende. Una llamada del policía, uno que abre un surtidor y depósito lleno. 'Si fuérais todos egipcios aquí pasábais la noche pero...'. Gracias muchachos.

1 comentario:

  1. Sea porque se quieran quitar un problema de encima, lo cierto es que en este caso, tener pasaporte rojo ha sido una ventaja. No todo va a ser pagar el doble (y el triple y hasta 10 veces más) que los locales porque eres europeo.

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